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Organizar una despedida de soltero es una experiencia divertida pero puede volverse caótica si no se planifica bien. Las actividades tipo humor amarillo, aunque son garantía de risas, también requieren una organización específica para que todo fluya. Aquí repasamos los errores más habituales y cómo evitarlos.

No adaptar las pruebas al grupo

Uno de los fallos más comunes es no tener en cuenta el perfil del grupo.

No todos los amigos tienen la misma condición física ni el mismo sentido del humor. Forzar actividades demasiado exigentes o incómodas puede provocar malestar y restar diversión al evento.

• Evalúa si hay personas mayores, con lesiones o con limitaciones físicas.

• Escoge un circuito que permita adaptaciones o niveles de intensidad.

• Consulta con el proveedor si se pueden personalizar las pruebas.

Subestimar la logística del evento

Organizar este tipo de actividades al aire libre o en recintos específicos implica logística.

No basta con reservar y aparecer el día del evento. Hay que pensar en transporte, horarios, cambios de ropa, hidratación y más.

• Comprueba la ubicación y accesibilidad del recinto.

• Organiza transporte para no depender de coches particulares.

• Lleva ropa adecuada y de recambio: es muy probable que acabéis empapados o manchados.

También conviene confirmar si hay vestuarios, duchas o servicios disponibles.

No contratar con profesionales

A veces se intenta ahorrar contratando experiencias informales o montando un circuito casero. El resultado suele ser desastroso.

Las actividades tipo humor amarillo deben ser dirigidas por empresas con experiencia.

• Garantizan la seguridad de los participantes.

• Cuentan con monitores que dinamizan el evento y evitan tiempos muertos.

• Disponen de instalaciones adaptadas y materiales resistentes.

Una de las mejores formas de evitar problemas es optar por una empresa que ofrezca pruebas organizadas de humor amarillo para despedidas de soltero, con todo lo necesario para una jornada sin imprevistos.

Ignorar el timing del día

Otro error frecuente es no calcular bien los tiempos.

El humor amarillo es intenso y desgasta físicamente, por eso debe colocarse en el momento adecuado del plan.

• No lo pongas después de una comida copiosa ni justo antes de salir de fiesta.

• Reserva al menos 2 horas para la actividad.

• Planifica pausas para descansar e hidratarse.

Si está mal encajado en la agenda, puede acabar afectando al resto de la jornada.

No avisar bien al homenajeado

Muchas veces se mantiene el secreto para sorprender al protagonista, pero si no sabe a lo que va, puede reaccionar mal.

La sorpresa debe medirse bien para que no se convierta en incomodidad.

• Infórmale con tiempo si va a necesitar ropa deportiva o de baño.

• Evita ponerlo en situaciones que le generen vergüenza si sabes que no las disfruta.

• Recuerda que el objetivo es que él o ella se lo pase bien, no ponerle a prueba.

Confiarse con la meteorología

Aunque muchas pruebas de humor amarillo están preparadas para el exterior, el clima puede afectar seriamente la experiencia.

• Revisa la previsión y ten siempre un plan alternativo si llueve fuerte o hay tormenta.

• Consulta si el recinto cuenta con zonas cubiertas o posposición de la actividad.

Una buena empresa organizadora os informará con antelación si hay condiciones adversas.

Olvidarse del enfoque lúdico

A veces los participantes se lo toman demasiado en serio y pierden el foco.

El humor amarillo es una actividad de risas, caídas y pruebas absurdas, no una competición.

• Evita comparaciones o piques que puedan generar mal rollo.

• Anima a todos a participar sin presión y a disfrutar aunque fallen en las pruebas.

• Recuerda que lo importante es la experiencia compartida, no ganar.